Compañeros de rebelión.

19/03/07
Tienen capacidad de infiltración, podrían tenerla de sabotaje, pero no existe posibilidad de que tengan poder de decisión en los movimientos cívicos, en la asociaciones de víctimas y menos aún en el PP. Estamos preocupados porque algunas manifestaciones han tenido una escenografía que a nosotros tampoco nos gusta, pero los peores no son los que van a las claras, hay que tener cuidado con los que se esconden”.

No quiere decir su nombre, pero como destacado militante madrileño de Nuevas Generaciones del PP lo tiene claro: ultraderechistas están utilizando una máscara constitucionalista para hacerse un hueco en la rebelión contra el Gobierno socialista iniciada por la cúpula popular, con Rajoy a la cabeza, y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) como catalizador de emociones. Y para ello se aprovechan del eco mediático de las manifestaciones de las víctimas.

En la extrema derecha se contempla el panorama de otra manera: “El PP se está aprovechando de la crispación de muchos con una sola intención, ganar votos. Nunca se ha movilizado y ahora no para porque quiere recuperar a los sectores de la derecha sociológica. Siempre nos han necesitado, y en las próximas elecciones nos necesitan más”, explica un histórico militante de Fuerza Nueva aún en activo en una organización madrileña.

Las convocatorias callejeras de la AVT no sólo cuentan con apoyo del PP. En esas movilizaciones y en las puestas en marcha conjuntamente con los denominados Peones Negros –iniciativa puesta en marcha en internet por el ingeniero Luis del Pino, que alienta y difunde las teorías conspirativas sobre el 11-M– se infiltran grupos de extrema derecha y plataformas ciudadanas manejadas por ex militantes ultras antisistema. De hecho, los servicios de información de las Fuerzas de Seguridad del Estado dedicados al control de las tramas ultras e involucionistas llevan meses investigando para determinar las vinculaciones entre militantes de la derecha radical y este movimiento cívico, y su capacidad operativa.

Una de las asociaciones cívicas más activas es la plataforma España y Libertad, que tiene como coordinadora general a Yolanda Couceiro Morín, una bilbaína de 42 años que ha participado en el último año en conferencias junto a Francisco José Alcaraz (presidente de la AVT) y dirigentes del PP. Yolanda Couceiro ha conseguido hacerse fotos con ex ministros, parlamentarios, alcaldes y presidentes de comunidades autónomas gobernadas por el PP cuya imagen ha utilizado para luego promocionarse en internet; incluso con el ex presidente José María Aznar. Yolanda Couceiro ha estado relacionada hasta no hace mucho con el Frente Democrático Español (FDE), formación que se presentó a las elecciones generales de 2004 y en la que ella fue candidata al Congreso de los Diputados en la circunscripción de Barcelona. Anticatalanista y de un españolismo exacerbado, el FDE contaba entre sus filas con muchos ultraderechistas. En julio de 2006, miembros del FDE se reunieron en Madrid con militantes de La Falange, Fuerza Nueva Editorial, España 2000 y el Movimiento Católico Español para planificar una campaña contra la recuperación de la memoria histórica promovida por el Gobierno. “Los del FDE me pidieron el DNI porque necesitaban gente para las listas, defendían la unidad de España, la libertad y la democracia, y, efectivamente, les dejé mi DNI”, responde Yolanda Couceiro, y asegura no tener nada que ver con la extrema derecha: “Vivo en Bilbao, estoy amenazada por ETA y tengo que llevar escolta”.

El 13 de diciembre de 2006 Couceiro presentó España y Libertad en Bilbao, y en el acto se arropó con la presencia de Antonio Basagoiti, presidente de los populares vizcaínos. En su alocución, Basagoiti se sintió orgulloso de presentar la plataforma, de la que dijo que estaba sirviendo “para luchar contra esta anestesia y para que la sociedad se rebele democráticamente contra esta insensatez. Por eso merece todo nuestro apoyo y más aquí, en Bilbao”.

Miembros del entorno madrileño de Couceiro explican a esta revista que “esta chica se ha creído el papel de faro de la dignidad, aunque el que controla todo es Santiago Fontenla, otro falangista reconocido”. Santiago Fontenla Conles (Bilbao, 1964) –Santiago Olabarría era el seudónimo que usaba cuando era jefe de La Falange en el País Vasco– es marido de Yolanda y empieza a tener predicamento en sectores de la derecha, no sólo la radical, a través de su publicación Minuto Digital, un foro de noticias y artículos de opinión en internet. Así concluía un editorial publicado recientemente: “Hay más de media España crispada aguantando los ataques a la unidad nacional, a la tradición y cultura católica. (…) Hay que quemar las naves para conseguir como única salvación que el PP obtenga una mayoría absoluta que recomponga la situación actual. Y si no fuera así, los populares deberán tener preparado un plan B para no abandonar a esa media España que se siente acosada permanentemente”.

En el año 2002, Fontenla se marchó a un monte cercano con sus camaradas de La Falange Vasca y se dedicó a hacer prácticas de tiro con una pistola, como muestran las fotos de este reportaje. Junto a él estaba Gonzalo de la Peña Gumuzio, también miembro de La Falange y que llegó a ser candidato del PP en unas elecciones municipales. Fuentes del PP vasco han confirmado que Gumuzio fue expulsado del partido en 2000.

Fontenla ha explicado a

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