Argentina. Enfoques cooperativos, Hoy: El empresarismo, esa patología del cooperativismo

Por José Yorg, el cooperario.
 
 

“En el ejercicio empresarial deben utilizarse medios que no desfiguren la estructura esencial cooperativa, ni impidan el ejercicio pleno de la doctrina y técnicas cooperativas”. Carlos Mario Londoño.

 

“Mas las resistencias de los cooperativistas tradicionales son muchas. Ellos han convertido en dogmas a los principios, y a muchas reglas simplemente organizativas les han dado el carácter de principio. Olvidan que las cooperativas no son fines en si mismas, sino los instrumentos operacionales del Sistema  Cooperativo”. Carlos Mario Londoño.

 
 

Hoy ponemos en análisis y  debate la empresarización como categoría y tendencia negativa del sector cooperativo, es decir, esa manera de pensar y actuar escindiendo la cooperativa del cooperativismo.Es decir, otorgan categoría propia a la cooperativa, desvínculandola del movimiento cooperativo,del cooperativismo, de manera sutil primero y luego en lo fáctico, en la vida cotidiana y en los discursos, como avanzada de afirmación de esa acción.
Implica en los hechos  dar primacía al aspecto o faz empresarial  de la cooperativa, “olvidando” o disminuyendo su rol movimientista transformadora.
Dicho lo anterior fijamos que el cooperativismo implica- a nuestro modesto criterio- un movimiento socio-económico con intereses políticos bien definidos, por tanto, comprendido así, estamos en presencia de una organización bifronte: Lo económico y lo social transformador.
Desafortunadamente estas posturas que implican poner el asento en demasía en la cooperativa, en disminución de los social transformador, da por resultado lo que bien podríamos denominar el empresarismo como patología del cooperativismo.
Según nuestro  análisis crítico, muchas entidades cooperativas están vinculadas a la empresarización, y ello es en razón a que centran toda su atención en alcanzar logros económicos, pero no prestan la misma atención en alzanzar logros en lo social, en lo educativo y en incidir sobre los decisores de las políticas públicas en cuanto a desarrollar una mejor democracia, en concreto, en el avance hacia una democracia participativa.
Es factible observar y escuchar expresiones de asociados y líderes cooperativos en ser condescendientes o incluso realizar aceptación de conceptos y postulados de la economía liberal capitalista como si fueran verdades reveladas: Competitividad, productividad, enaltecen a la innovación tecnológica y a los métodos gerenciales y administrativos de las grandes empresas capitalista, claro, el mal NO está en la incorporación de las innovaciones, sino en el sentido ideológico que ello implica al momento de NO  adaptar esas innovaciones al mundo cooperativo, sino que se adecuan la mentalidad y accionar al empresarismo liberal.
El empresarismo cooperativo es una corriente de acción y pensamiento con claros signos de agentes patogénicos.
Toda la tecnología y los avances cientificos son sólo herramientas.
Es hora del aporte cientifico cooperativo
La historia y la doctrina cooperativa no puede ya empantanarse en los aportes importantes y accionar sobresalientes de los precursores, y por tanto, somos de la idea de que hoy debemos esforzarnos en esa tarea de avance, de investigación cientifica.
Por eso, cuando se pretende atribuirle al cooperativismo una dimensión quieta,inmutables, y exclusivamente eurocentrico, perdemos la perspectiva Latinoamericana y el contexto actual y sus problematicas derivadas de una capitalismo financiero exhausto, es oportuno poner énfasis en destacar los aportes de innumerables continuadores Latinoamericanos.
La teoría cientifica del cooperativismo debe avanzar,en especial su pedagogía, allí está nuestro modesto aporte: La corriente pedagógica cooperaria.
Debemos deshacernos de toda influencia neoliberal y debemos hacerlo de la mano de la ciencia. Estudiar y elaborar teoría de conducción política, estrategia y táctica política cooperativa, como nos reclama Carlos Mario Londoño desde su formidable texto “El movimiento cooperativo y el Estado”, si bien es cierto que el libro se publicó en los años de 1976, no es menos cierto que sus contenidos aún guardan sustantiva importancia, diríamos más, de lectura recomendable e imprescindible.
Otro texto de sustantiva importancia en el sentido que queremos expresar con toda claridad y vehemencia, constituye “El método de análisis y el contenido teórico del enfoque cooperativo” de León Schujman.
Expresamos líneas posibles de pensar y reflexionar la ciencia cooperativa en la esperanza de abrir zurcos de nueva era cooperativa basada en la Doctrina y la Ciencia, ambas complementarias,como nos enseña Paul Lambert.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
 
 
 
 
 

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