Derecho a la información veraz

DEBE ESTAR ENTRE LOS DERECHOS ELEMENTALES

Entre los derechos humanos no se encuentra el derecho a una información pública veraz por los llamados medios de comunicación. Y si nos preguntamos por qué, tal vez demos con alguna pista que nos conduzca a la explicación de esta ausencia tan importante para todos nosotros, los que leemos diarios, vemos la televisión o escuchamos la radio para estar informados sobre lo que ocurre. Al cabo terminamos por tomar conciencia de lo difícil que resulta saber qué es lo que verdaderamente ocurre; por qué cosas que sabemos importantes nunca se mencionan o son desacreditadas, o por qué los grandes problemas sociales o económicos causantes de enormes  desgracias carecen de culpables que tengan que rendir cuentas. Y no digamos cuando  se trata de una de esas  guerras  que no cesan.

Buscamos  información sobre  los sucesos del día y encendemos  el televisor para ver el noticiario. Aunque usted cambie de cadena una y otra vez se encontrará con las mismas historias, las misma personas y acontecimientos con el mismo enfoque conservador y limitado, la misma falta de explicación causal más allá de lo evidente, y los mismos comentaristas cuyos papeles han sido diferenciados algo para que parezca que existe libertad de elegir…Hasta que uno comprende que hay temas intocables, expresiones prohibidas, reflexiones que no deben pasar ciertos límites acordados, causas y personajes que no deben ser mencionados como culpables, que es como proceden  los tertulianos de las tvs., por ejemplo. Y los políticos con derechos preferentes, no digamos.

Parece que estamos obligados a mirar lo mismo, o tan parecido a lo mismo que lo contrario carece de voz en todas esas ventanas del televisor, ( de la radio, etc) y hasta se hace aparecer como sospechoso. Pongamos por caso lo que sucede con quienes practican medicinas alternativas, o incluso con los médicos o biólogos que cuestionan las causas de la actual pandemia y la califican de Plandemia. Así que si  uno andaba  esperando encontrar algo diferente en los noticiarios y fuentes de información mayoritaria sobre estos asuntos  se sentirá frustrado. Y lo  mismo puede ocurrirle en tantos casos como se proponga llegar hasta el fondo de las cosas que ocurren.

Alguien en la sombra se encarga de seleccionar aquello que usted y yo debemos  ver o no, saber o no,  para evitar  puntos de vista diferentes que alteren la percepción de vivir en un orden inamovible. Una gran central anónima nutre de las mismas noticias a los medios de comunicación de una u otra parte del mundo, según sea la influencia política dominante.

La verdad que es o la que debe ser

Cada medio desinformador cuenta las cosas según debe, no según son. Los grandes titulares de los diarios y de las grandes cadenas se nutren en cada hemisferio de algún gran almacén de distribución. Los de oriente, de unos, los de occidente, de otros. Y en medio, los que juegan a la equidistancia, olvidados de que la verdad no es equidistante.  Tal vez usted, lector imparcial, se haya preguntado alguna vez el por qué de estas cosas que llevan hasta el hecho demencial de encontrarse con la misma noticia, a la misma hora en todas las grandes cadenas según país y clase dominante. ¿No es motivo de inquietud tal fenómeno?

¿ Quién decide lo que debemos saber y lo que no?

¿Quién decide lo que debe ser ocultado? ¿Quién dicta  las condiciones previas a una entrevista o un debate y con qué fin? Y en definitiva: ¿Qué  clase de intereses esconde esta complicidad cotidiana que soportamos sin que apenas nadie se queje y proteste por ello ni reclame el derecho a ser informado honestamente?… ¿hasta tal punto se ha conseguido domesticar la mente colectiva?

Los poderosos y ricos dirigentes del mundo disponen de innumerables tentáculos y siervos  de pluma y de imagen para filtrarse en todas partes y contarnos  aquello que debemos saber. Puede ser verdad o puede ser falso lo que debemos saber, pero esto importa poco si sirve a los dictadores, a los que dictan. Esto ha convertido a las noticias falsas en un enorme negocio cuyo propósito no es otro que vendernos la  clase de cosas  que debemos aceptar, el tipo de pensamientos y valores que debemos interiorizar y las conductas que debemos asumir  para que este mundo siga siendo como es. O sea: insostenible.

¿ A quién pertenece la opinión pública?

Es debido a esa teleprogramación neuronal día a día, por lo que la opinión pública no es la del público, y la libertad real de expresión es tan solo  la libertad de expresar lo que conviene  a los controladores de la información y a quienes les pagan la soldada.

Cualquier amante de la libertad, y en especial una persona espiritualmente activa, reconoce el valor legítimo de la verdad y del libre albedrío. Cualquiera, a no  ser, claro, que posea mucho dinero… y un medio de comunicación . En Francia, diez multimillonarios se reparten el control de todas las cadenas de diarios y cadenas de tv. Y en España, según el digital Público, cuatro Consejos de Administración controlan el 80 % del mercado audiovisual. ¿Podemos esperar que estén de nuestra parte, y que cuenten las cosas que necesitamos saber para nuestro beneficio? ¿O todo lo que   podemos esperar es exactamente lo que se nos cuenta para que todos pensemos lo que debemos pensar y no otra cosa mientras hacen buenos negocios a costa nuestra?

 Se nos induce por todos los medios, sean cuales sean, a un modo de pensar conservador, conformista y pasivo. Se nos sugiere que todo lo que se sale de eso que  convienen en definir como políticamente correcto sea visto como algo negativo o peligroso. Se nos intenta convencer de que la política y la economía, junto a las desgracias, concursos y chismorreos y el fútbol es lo fundamental a la hora de informarnos. Es de lo que debemos saber,  porque ahí  se exhiben las mercancías y las personas que deben servirnos como referencia a la hora de comprar o de imitar mientras nos atrapan la mente en una especie de secuestro temporal mientras eso dura la información y aún después. Porque de eso se trata: de que dure el efecto previsto. Y lo terrible, lo estamos viendo con la pandemia o lo que esto sea, es que lo consiguen con casi todo el mundo en todo el Planeta. Nos meten en casa, nos enmascaran, nos arruinan, nos manipulan a diario para que estemos asustados mientras nos cuentan que eso tiene remedio, y será una vacuna. Por supuesto, nos mantendrán informados.

NOTICIAS ANTICAPITALISTAS