
“Furia Latina” (1993) o el brío furtivo de Seguridad Social
Seguridad Social se ha convertido en un referente musical, y de una importancia significativa; no sólo en el panorama español, sino más allá de nuestras fronteras. Es primordial hablar de Seguridad Social como una de las bandas históricas en España, he hablado en muchas ocasiones sobre esta banda valenciana, por ejemplo, de una de las mejores grabaciones de este país, más compactas e ilustres de los años noventa y también –en mi opinión- una de las más maltratadas con el paso de los años, hablo de “Introglicerina” (1990): desgraciadamente no tiene la importancia que debería y no se le tiene en cuenta en muchas enciclopedias, listados o manuales musicales, y sí se contraponen álbumes editados recientemente con el titular –por ejemplo- “Grandes grabaciones de la historia”… Para más inri, me apena que la discográfica Warner Music (absorbido por DRO-GASA), no haya impulsado este álbum, reeditándolo o remasterizándolo, como sí ha hecho EMI con “Senderos de Traición” (1990) de Héroes del Silencio, banda que ha explotado a veces de manera desbordada.
En fin, una Seguridad Social, con el inigualable líder José Manuel Casañ, al recién horneado nuevo trabajo discográfico, repasamos este disco, en conmemoración de su veinte cumpleaños: “Furia Latina”. Desde aquí, sirva este artículo como profundo homenaje, de una importancia magna en la historia musical en castellano y como recuerdo afectivo a los maravillosos músicos que formaron parte de ella.
Después de la aceptación de su anterior trabajo “Vino, tabaco y caramelos” (1988) –otro álbum que habría que recuperar de manera urgente-, una joven Seguridad Social con ansias de crecer y darse a conocer en el mundo musical, decidieron encaminar su cuarto trabajo con un sonido más perfilado, siguiendo la característica vena rockera-punk, decidiendo de manera acertada que el productor fuera el estadounidense Andy Wallace, cuyos conocimientos musicales eran inmensos, que además de ser productor musical era ingeniero de sonido. Como comenté en el artículo que hablaba de “Introglicerina” (1990), éste álbum: se divisa, se escucha, se siente y se percibe a banda con deseos, a sonido compacto, a rock con actitud, a un punk efervescente, a letras ácidas, a rebeldía sonora, a disciplina con talento, a composiciones cuidadas, a producción con calidad, a trabajo y dedicación sin descanso, a virtuosismo en las melodías, a himno generacional, a tragos de sabiduría… La envergadura en la producción de Andy Wallace aportó a que “Introglicerina” (1990) sea una de las mejores grabaciones de la historia del punk/rock en castellano (como posteriormente, el disco que hablo en este artículo, el peso de K.C. Porter a la producción fue fundamental).
Tuve el honor de entrevistar al líder, José Manuel Casañ y tras preguntarle sobre la recepción de aquel trabajo discográfico, me comentó lo siguiente:
José Manuel Casañ -“Empezamos a vender algo, pero sí que la compañía Warner estuvo bastante satisfecha, de hecho, en ese disco empezamos a salir y a hacer giras por Francia y Alemania, quiero decir que si no caló a la hora de vender mucho, sí que caló a la hora de decir: `Cuidado con estos que este grupo puede hacer algo interesante´. Pero bueno, eso a mí me preocupa más bien poco, nosotros lo que sí hemos intentado hacer es la música que me gustaría oír a mí, dependiendo de cómo me siento en ése momento… la verdad es que acabamos muy satisfechos del disco”.
Tras este álbum, el resto de la banda abandonó Seguridad Social, quedándose José Manuel Casañ como único componente y recomponiendo una nueva Seguridad S. para seguir adelante en el mercado y mundo musical. De la siguiente manera, Casañ me explicó, más de veinte años después, lo que sucedió por aquel entonces:
Pregunta: Tras este trabajo de principios de los noventa, se crearon tensiones con el resultado de un comienzo de una nueva etapa tras el abandono general del resto del grupo, ¿qué fue lo que sucedió? ¿Había egos internos?
José Manuel Casañ –“Sí hombre, por supuesto, pero eso desde el principio. Los egos hacía que la cosa tirara para adelante, los piques personales estaban muy bien en ese sentido. El único problema que había es que yo no quería repetir otro `Introglicerina´ (1990), yo quería abrir, abrir de mente… Porque es que no me gusta. El único grupo que me gusta que esté haciendo siempre lo mismo son los Ramones, pero eso es algo anecdótico, todos los grupos a mí me gustan que tengan su evolución y que tengan a veces grandes fallos, porque están arriesgando y otras veces grandes aciertos, es lo que me gusta a mí y lo que me gustaría hacer. Mucha gente es muy cómoda y no quiere cambiar y sobre todo lo que no me gusta es ser demasiado predecible, es decir, si tú ya sabes cuál va a ser el resultado del disco de tu grupo y lo aceptas, pues si es un grupo que te gusta, me parece bien, sabes lo que quieres y no quieres complicarte la vida; es como a quien le gusta comer una cosa y no quiere comer otra porque si estoy bien comiendo esto, y a lo mejor no sabe que comiendo otra cosa le puede satisfacer mucho más que lo que estaba comiendo antes… pero bueno eso son gustos…
En cualquier caso yo quería tirar hacia otros terrenos más latinos, tener en cuenta que siempre me ha gustado la rumba, que se podía combinar con el punk, también, sin perder la caña pero mirando hacia otros sitios, mirando también hacia la salsa, mirando hacia América y esto a la otra gente del grupo pues no le interesaba en absoluto, y ahí vino todo; y yo dije, pues, retomo las riendas, y esto es lo que yo voy a hacer, porque yo quiero hacer `Chiquilla´, quiero hacer `Quiero tener tu presencia´… y también quiero hacer `Introglicerina´ (1990) pero no sólo `Introglicerina´ (1990). De hecho, en todos mis discos siguen habiendo canciones que podían estar perfectamente dentro de `Introglicerina´ (1990), -dos o tres canciones en cada disco-, y me sigue gustando mucho el sonido, ¡me sigue gustando mucho!… de hecho en directo, el 80% de nuestro repertorio va en esa dirección también, pero musicalmente me tenía que abrir porque si no, me asfixiaba: lo hubiera dejado. Si hubiera tenido que repetir `Introglicerina´ (1990) no hubiera estado satisfecho, no lo hubiera hecho jamás, de hecho.”
La nueva etapa llegó con “Que no se extinga la llama”, editado en 1991, bajo la producción de Vicente Sabater. Seguridad Social había dejado atrás la raíz motora del punk para expandir las fronteras musicales hacia ritmos más latinos, sin obviar la coordenada del rock. En “Que no se extinga la llama” (1991) escuchamos posiblemente la canción más emblemática, famosa y reconocida de Seguridad Social: “Chiquilla”; consiguiendo el disco de oro e interminables giras por España, llegando a Francia y a Nueva York. Gira que sirvió de cuna para absorber el mestizaje que vendría en su siguiente álbum…
Bajo la producción de K.C. Porter; grabado durante los meses de enero y febrero de 1993, embarcados en Los Ángeles, en los estudios Ocean Way (a lo largo de la historia, estos son algunos ejemplos de los artistas más prestigiosos han grabado en los estudios: AC/DC, BB King, Bon Jovi, Eric Clapton, Joe Cocker, Michael Jackson, Paul McCartney, No Doubt, Bob Dylan, John Mayer, Amy Grant, Green Day, Elton John, Miles Davis, Luis Miguel, Maná, Eminem, Willie Nelson, Tom Petty, Radiohead, Red Hot Chilli Peppers, R.E.M., Richard Marx, Rolling Stones, Rod Stewart, Barbara Streisand, Travis, Avril Lavigne, Toto, y un largo etcétera). El prestigioso Benny Faccone fue el ingeniero, Noel Hazen como segundo ingeniero y Paul Jamieson, como asistente de baterías y Back-line. En los Estudios Devonshire, Steve Sykes fue el ingeniero (en voces y coros), Rich Novak, el segundo ingeniero. En los Estudios World Beat, se grabaron las voces, guitarras y coros. En Prime Time se hicieron las mezclas, y de nuevo Steve Sykes fue el ingeniero de mezclas, Jim Jowers y Darren Mann los segundos ingenieros. Bernie Grudman se ocupó del mastering.
El álbum, grabado por Seguridad Social, en aquel entonces formado por:
José Manuel Casañ (voz); Alberto Tarín –con quien he tenido el honor de entrevistar- (guitarra eléctrica, acústica, sitar y coros); Jesús Gabaldón (bajos) y Rafael Villalba –con quien he tenido el honor de entrevistar- (batería).
Además colaborando:
Luis Conte (percusiones); Michael Thompson (sólo de sitar en “Las entrañas”); y el propio productor K.C. Porter (coros). El asistente de producción fue Andrew Snook.
De esta manera, en 1993 sale a la luz “Furia Latina”, un cóctel de sonidos en su máxima expresión. La imagen de portada es la silueta de un toro (diseño de cubierta: Estudios Bascuñán), convirtiéndose en el sello de identidad de Seguridad Social. Predomina el color rojo, cuyo significado es el del fuego y el de la sangre, por lo que se asocia al peligro, a la guerra, la energía, la fortaleza, la determinación, así como la pasión, al deseo y al amor.
En el libreto interior del álbum, contiene una imagen por cada tema (a la manera de los que incluyeron Led Zeppelin con su cuarto álbum y casualmente, Héroes del Silencio en su “Espíritu del vino” -1993-).
De nuevo, la banda valenciana sorprende con un gran trabajo musical y artístico, mostrando que estaban en plena forma (tanto en estudio como encima del escenario), haciendo este “Furia Latina” (1993) como uno de los momentos más gloriosos de su trayectoria artística. Con este trabajo, es nuevamente un esfuerzo de superación musical, innovando sin perder la esencia, y evolucionando sin perder las raíces.
Doce temas con variedad de estilos e influencias sonoras, introduciendo la música africana, sonidos americanos, el góspel, el reggae, el punk, el rock…:
El álbum se abre con ME SIENTO BIEN, un pop que abraza la salsa, un pop que se envuelve en el rap; el buen estado de ánimo es evidente con esta primera canción. Más cruda es EL HIJO DE MI PADRE, de un rock salvaje y evidente, y de nuevo, el rap está presente. ACEITUNA es de un rock más pesado, con reminiscencias al rock andaluz (ojo, que años más tarde, Los Mojinos Escozíos se quedarían enamorados de los primeros compases). El encuentro espiritual, cargado de filosofía existencialista llega con LAS ENTRAÑAS (VIAJE POR EL SAMSARA), una de mis favoritas. Otra de mis canciones que debería ser condecorada es EL VIAJERO, (como curiosidad, en la letra se utilizan todas las preposiciones ordenadas alfabéticamente). El tema empieza calmado y relajado, pero luego, se despierta con un rock muy a flor de piel, que además, la letra hace referencia a su espléndido disco “Vino, tabajo y caramelos” (1988), y como guinda del pastel, unos maravillosos riffs de guitarra eléctrica, al son de la guaracha y el son cubano. Toda una gozada.
El medio del reggae llega con DESIERTO DE AMOR a lo que MI NIÑA es la cara oculta del rock, directo y sin compromisos. Del encuentro con Peret en un programa de televisión, y mantener una extensa charla, Casañ crea (despertado a las seis de la mañana y animado a escribir): MI RUMBA TARUMBA, un rock/rumba convertida en uno de los temas más carismáticos y conocidos de Seguridad Social, gracias al pegadizo estribillo: “baila mi rumba tarumba, baila con gracia que tumba, que ya lo dijo Sandunga, baila mi rumba tarumba”. AMIGO es en su mayoría, de un trato acústico para que la letra impregne toda la sensibilidad. ¡QUÉ QUIERES DE MÍ! es canalla, con un punk rock versátil. Sorprende (y mucho) la versión del mítico tema de Pink Floyd, WISH YOU WERE HERE, siendo fieles a la esencia de Pink, pero adaptándolo al reggae, creando una obra fresca y muy innovadora. Finaliza el álbum con otro de los temas más carismáticos y conocidos de Seguridad Social: QUIERO TENER TU PRESENCIA, tan pegadiza como bailable (“quiero tener tu presencia, quiero que estés a mi lado, no quiero hablar de la lucha, si no estamos preparados”).
En definitiva, Seguridad Social lo tenía todo tras “Intoglicerina” (1990), y para mí, este “Furia Latina” (1993) se merece el galardón de los mejores, destacados e importantes álbumes de los noventa, que deberían ser recordados y mencionados en muchas enciclopedias, recopilatorios, manuales, compendios, citas o tertulias musicales, como tantos otros discos, que aquí, de alguna manera u otra, intentamos desempolvarlo, y redescubrir lo que en su momento fue, todo un éxito y de una importancia suprema en la cultura musical. Aunque el tiempo y la memoria colectiva entierre u olvide arbitrariamente los discos, no cabe duda, de que Seguridad Social es una de las mejores bandas que ha dado nuestro país; así lo descubrimos en el álbum recopilatorio “Por siempre jamás”, el 30 aniversario de la figura de José Manuel Casañ -líder indiscutible del rock en castellano en nuestro país- y los suyos.
Ahora sí, para kaosenlared, tengo el honor de entrevistar a dos grandes y prestigiosos músicos que han compartido música y amistad. Por un lado, un guitarrista, compositor, arreglista y productor: Alberto Tarín, y por otro lado, el batería: Rafael Villalba. Hablamos de sus estancias con Seguridad Social (Alberto Tarín, del ´91 al ´97) y repasamos un álbum fundamental en la historia de la música en castellano: “Furia Latina” (1993), además de abordar sus vivencias y dilatadas trayectorias.
Alberto Tarín y Rafael Villalba, muchísimas gracias por la cortesía de aceptar y concederme esta entrevista.
01. Alberto, su primera gran incursión en la música fue con Mecano, para su álbum “Descanso Dominical” (1989). ¿Cómo fue la experiencia de estar con una de las bandas más importantes de la música en castellano?
Alberto Tarín -Fue una colaboración fluida. Ana, la verdad me impresionó por su profesionalidad, me gustó lo que hice en «No hay marcha en Nueva York», con la guitarra de jazz, así como los timbales de “Mujer contra mujer”.
02.Rafael, ¿cómo y de qué manera quiso dedicarse a la música de manera profesional? ¿Cómo fueron sus inicios musicales?
Rafael Villalba -Sin pretenderlo. Mi afición era pintar y escuchar música. Decidimos algunos amigos formar un grupo musical y pensé comprarme una flauta. No tenía bastante dinero y al final encontré una vieja batería en el sótano de un teatro que vendían muy barata. Me pareció bien cambiar de idea pues desde siempre me atrajo la música de tam tams africana. Mis abuelos maternos me la regalaron. Yo tenía 15 años.
El grupo no se llegó a formar así que empecé solo tocando sobre discos de J.J. Cale (por desgracia recientemente fallecido) y luego tocando con algunos grupos.
Conocí a Alberto Tarín y me encantaba su forma de tocar la guitarra. Tocamos juntos en diversos grupos: Álbum, Globo Troupe, Segunda Sección, La casa del Número 1, Manía…
A los 17 me llamaron para mi primera gira profesional y recién cumplidos los 18 para la primera grabación de un disco en un estudio en Madrid (maquetas ya había grabado varias). A esta grabación siguieron otras ese año, y numerosas colaboraciones con muchos grupos de la escena valenciana de entonces.
03.¿Qué les conmovía de Seguridad Social para querer formar parte de aquella banda?
Alberto Tarín -La fuerza, la ilusión de un proyecto nuevo, también la decisión de convertirme en músico profesional.
Rafael Villalba -Con 18 años ya iba adquiriendo cierta experiencia como baterista y decidí grabar mi primera maqueta con composiciones propias. Era una mezcla experimental, un tanto disparatada de rock, punk, funk, rap, reggae, sonidos electrónicos y acústicos junto con algunos trocitos de discos de Haendel o Miles Davis (en aquel momento nadie hablaba aún de samplers), sin ningún ánimo comercial aunque fue muy pinchada en los locales de la época y más tarde en todo el mundo. En la grabación participaron muchos músicos amigos de diferentes bandas de la movida valenciana y como no, otra vez mi amigo Alberto Tarín.
Esta maqueta se editó en un fancine sonoro local (se componía de una revista y una casette).
En el mismo número se publicaron casualmente algunos temas de la primera maqueta de Seguridad Social que solo llevaban funcionando como grupo unos meses. Yo ya había escuchado alguna de sus canciones en un bar donde nos juntábamos los músicos en Valencia, el “Pyjamarama”, y me gustaba mucho. Me enteré de donde iban a actuar, acudí y me impresionó su fuerza y creatividad. Pensé que sería muy interesante y divertido tocar con ellos.
Al poco tiempo me llamaron para tocar y pronto empezamos a grabar los primeros discos: “Comerranas”, “Eres una estúpida”, “En desconcierto” etc… Esto fue en el ´80-´81.
Estuve colaborando con ellos durante unos años en estudio y en directo y al mismo tiempo grabé con muchas otras bandas valencianas: Comité Cisne, Gabotti, Ceremonia, Juana la Loca, Jah Macetas…
En aquellos tiempos convulsos los conciertos y en especial los de Seguridad Social eran brillantes e intensos pero solían acabar interrumpidos por la policía o en batalla campal entre el público. Esto no cuadraba mucho con mi temperamento pacífico y fui cesando mis colaboraciones, no mi contacto, admiración y amistad, con el grupo.
Casañ y yo hablamos varias veces durante los siguientes años sobre la posibilidad de volver a trabajar juntos pero aunque me gustaban mucho sus nuevas grabaciones yo sentía que aun no era el momento.
04.¿Cómo fue ése encuentro con José Manuel Casañ para formar la nueva Seguridad Social, en 1990?
Alberto Tarín -Directo al estudio a grabar y grabar. Guardo un grato recuerdo de aquellas sesiones, como las posteriores, en Los Angeles.
Rafael Villalba -En el ´90 yo me dedicaba a ejercer de D.J., técnico de sonido y a tocar la percusión en la banda de reggae Jah Macetas, no tanto a tocar la batería. Cuando vinieron a buscarme J.M. Casañ y Miguel Jimenez, que era su nuevo mánager, yo me encontraba en un estudio grabando, por cierto de nuevo con Tarín, él para mi excelente álbum “Toda una vida” (1990) de los Jah Macetas.
Ya había trabajado como baterísta para M. Jimenez en algunas grabaciones como por ejemplo el disco “Danzas apócrifas” (1986) del grupo Carmina Burana, que produjeron Joe Dworniak (Radio Futura, Kiko Veneno…) y Duncan Bridgeman (Transvision Vamps…), habían sido trabajos muy interesantes y el trato de Jimenez exquisito. Por su parte Casañ venía de grabar el impresionante disco “Introglicerina” (1990) producido por el pope Andy Wallace (Stones, Cult, Sepultura… y que justo después produjo el “Nevermind” -1991- de Nirvana). Casañ me propuso volver a las andadas y me aseguraba contar con una nueva banda muy buena y un montón de temas y planes.
Era imposible decir que no y verdaderamente yo tenía muchas ganas de volver a tocar la batería, pero en condiciones serias.
Comenzamos a ensayar lo que sería el nuevo álbum “Que no se extinga la llama” (1991) y desde el primer momento la conexión musical con el nuevo bajista, Jesús Gabaldón, fue magnífica. Él amaba la salsa y el jazz, y yo el rock, el soul y el reggae. Éramos totalmente diferentes pero súper complementarios, y las nuevas ideas para las canciones de Casañ, me parecían muy buenas. La cosa prometía de verdad. Comenzamos a grabar en diciembre del ´90. A mitad de la grabación las guitarras no llegaban a la altura de lo que buscábamos. Sugerí llamar para terminar el disco a mi brother Tarín. El resultado fue increíble. Ya teníamos la banda.
Habíamos tocado por Francia donde el “Introglicerina” (1990) vendió más copias que en España. Nuestros conciertos eran muy rock, muy potentes, pero en las fiestas de camerino post concierto acabábamos tocando siempre rumbas tipo: “Que tienen tus ojitos que me vuelven loco”… Fuera de España perdimos el miedo a lo español. Quizás mezclar el punk con la rumba, como los Clash lo mezclaban con el reggae no era una locura. La última idea que Casañ trajo para el disco era una especie de saeta, rumba, punk que se llamaba “Chiquilla” y molaba.
05.“Que no se extinga la llama” (1991) fue la tarjeta de presentación de la evolución de Seguridad Social. Una de las novedades fue la conexión con otros estilos musicales, ¿de dónde nacía ésa relación con los diferentes géneros?
Alberto Tarín -Siempre he estado interesado en el jazz y en músicas más sofisticadas rítmica y armónicamente que el rock.
06.Tras el pelotazo de “Chiquilla”, ¿cómo transcurrió la gira?
Alberto Tarín -Afortunadamente, pudimos tocar para el pueblo en muchas fiestas populares. Y también recuerdo, y sigo teniendo razones para pensar que nuestra música conectó bastante con la gente, con una buena vibra.
Rafael Villalba -Fue un torbellino de conciertos y viajes. Fue muy divertido, porque nos encantaba nuestro trabajo, pero también muy duro pues nos exigíamos mucho unos a otros y el cambio de modo de vida se produjo de manera drástica.
Hicimos muchísimos conciertos en España y en cuanto pudimos también por Europa. Toda Francia, con nuestro colaborador y amigo Felipe Pla, y Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, Italia. En París tocamos en sitios tan emblemáticos como el Zenith junto a Prefab Sprout, Pogues… También en la sala Locomotive, en Pigalle, junto al Moulin Rouge y en las salas Rex o la histórica Salle Gaveau, donde en su día actuaron Duke Ellington, Nina Simone…
También tuvimos la suerte de poder tocar en N.Y. durante el New music seminar, especie de feria musical en la que participaban infinidad de bandas de todo el mundo tocando en salas repartidas por toda la ciudad. Nosotros tocamos en la sala Palladium, famosa años antes por ser la meca de la ciudad para la música latina. Tito Rodriguez y luego Tito Puente actuaron allí asiduamente. Esto nos exigía trabajar al nivel profesional de muchas bandas internacionales con las que coincidíamos. Era francamente satisfactorio comprobar que podíamos estar a su altura. Nuestra baza era que componíamos un buen equipo muy operativo: la banda, el mánager, el ingeniero de sonido y nuestro asistente-conductor-hombreparatodo Roberto Esteve “la abuela” que aún sigue trabajando con nosotros.
Un concierto memorable de esta época fue el de la Expo en Sevilla, veníamos además directos de tocar en el famoso festival de Montreaux en Suiza y el recinto y la respuesta del público fueron increíbles.
07.El siguiente álbum, “Furia Latina” (1993), colaboran compositivamente en “Me siento bien”, “El hijo de mi padre” y en el caso de Alberto Tarín, en el éxito “Quiero tener tu presencia”. ¿Cómo se fueron desarrollando y cómo fue el proceso de composición?
Alberto Tarín -Si estás mucho en contacto con el instrumento van surgiendo las ideas. La música africana y el góspel, músicas que siento, se muestran en esos temas.
Rafael Villalba -No parábamos de actuar y ensayar y fuimos trabajando los temas entre todos y con ideas de todos, incluido nuestro sonidista de directo: Virgilio, que aportó la idea del tema “Mi niña”. Las letras como siempre de Casañ y las músicas como digo entre todos aunque no se reflejara así en los créditos del disco. El concepto era seguir fabricando cócteles interesantes y no quedarnos en la fórmula de “Chiquilla”.
Nos parecía que, al menos en España, los aficionados al rock y los de la música latina eran mundos antagónicos, pero a nosotros nos interesaban mucho ambos como rockeros y latinos que somos y pensamos en atrevernos a mezclarlos pues nos resultaba totalmente novedoso. Sólo Radio Futura hacía cosas así, pero más pop. Luego comprobamos que otros grupos latinoamericanos estaban trabajando en la misma dirección. Así surgieron varios temas del disco en los que trabajamos rock con aires andaluces, son, merengue, reggae e incluso sonidos indúes y africanos.
Recuerdo a Virgílio cantándonos en la furgoneta su idea de “Mi niña” o a Casañ cantándonos una mañana con la guitarra en la piscina de un hotel su balada “Amigo”, que nos encantó a todos. El último tema que surgió, sobre un bajo de merengue, una guitarra soukous (tuvimos la suerte de asistir en N.Y a un concierto del congoleño Diblo Dibala) y un ritmo tipo los Jam en la estrofa y otro más disco en el estribillo al estilo Blondie, fue: “Quiero tener tu presencia”, tan cerca de la grabación que no nos dio tiempo a enmaquetarlo previamente como habíamos hecho con todos los demás.
08.¿Cuántas canciones se desecharon o no llegaron a la producción final?
Alberto Tarín -Alguna como “Pájaro Herido”, rescatada posteriormente por la banda, creo recordar.
Rafael Villalba -Que se llegaran a grabar en L.A. dos: “Que quieres de mí” tipo pop rock y una especie de ranchera punk “Pájaro herido”.
Para mi esta última no se debió desechar. Hubiera sido exitosa. Probablemente en el camino quedaron algunas más.
09.¿Cómo fue el proceso de grabación, durante los meses de enero y febrero de 1993 en Los Ángeles?
Alberto Tarín -Fue toda una experiencia mística grabar en los estudios de Michael Jackson «Thriller» (1982). Aprendí todo lo que uno debe saber sobre como grabar música en directo. El mimo en el detalle marca la diferencia en este caso, a mi entender.
Rafael Villalba -Fue muy interesante aprender de la manera de trabajar de los americanos. Grandes estudios, ingenieros increíbles, equipamiento del mejor tanto nuevo como antiguo, mucha paciencia y mimo.
Grabamos las bases en directo en una sala enorme en los famosos estudios Ocean Way donde habían grabado Marvin Gaye, Michael Jackson, U2, Talking Heads… y luego las guitarras y las voces en el estudio personal de K.C.
Así mismo durante la estancia que duró cerca de tres meses compaginamos la grabación con diversas actuaciones en locales como el Roxy de L.A. un local pequeño pero donde han actuado Bob Marley o Lou Reed, etc. Conocimos a mucha gente del mundillo L.A.: músicos, periodistas, melómanos… Con muchos de ellos conservamos gran amistad: Enrique Blanc, Octavio Diaz, Carmela Flores, Blanca Benítez, Laura Lawrence, Emilio Morales, Monica Castro, Enrique Lopetegui, Germán Barrero… Todos ellos nos ayudaron muchísimo a entender mejor ese ambiente mestizo de California que tanto nos gustaba.
10.¿Qué tal fue contar con el prestigioso K.C. Porter a la producción? ¿Qué aportó al álbum y a la banda?
Alberto Tarín -K.C. Porter es un gran productor que capta la más mínima esencia de la música, por lo que el aportó el condimento necesario con gran acierto.
Rafael Villalba -K. C. es un gran productor. Cuando le conocimos el estaba trabajando con Los Fabulosos Cadillacs de Argentina y había trabajado ya con grandes artistas como Santana o Sting.
Lo primero que hizo cuando llegamos a L.A. fue buscarnos un local para ensayar e introducirnos un poco al estilo de trabajo californiano. Se trataba de unas salas de ensayo muy bien preparadas. Las había pequeñas como la nuestra y enormes para ensayar grandes giras (Michael Jackson había trabajado allí recientemente). Al lado de nuestra sala ensayaban Toto y podíamos escucharles tocar a través de la puerta. Los dueños de los locales eran dos ingenieros de sonido que en los setenta trabajaron con Led Zeppelin y The Who.
K.C. nos enseñó muchas cosas. Es una persona muy religiosa (de hecho habla muy bien español pues sus padres fueron misioneros en Guatemala mucho tiempo) pero también muy divertido e inteligente. Él me decía siempre que yo era su batería favorito, evidentemente de cachondeo pues trabaja habitualmente con los más grandes. De hecho tras no haber hablado con él por lo menos en 15 años, este verano le llamé para hacerle una consulta y cuando me contestó al teléfono le dije : Hola K.C. soy tu batería favorito. El respondió inmediatamente: ¿Rafa?… y nos echamos a reír.
Luego volvimos a trabajar con él en el álbum “Compromiso de amor” (1994) grabado en directo. Con el paso del tiempo hemos ido apreciando aún más sus aciertos y sabiduría.
11.Un ingeniero de lujo fue Benny Faccone, además de un equipo reputado: Noel Hazen, Michael Thompson, Steve Sykes, ¿qué recuerda de estar rodeado de todos ellos?
Alberto Tarín -Como os digo, estos acontecimientos de poder colaborar con ellos, te pone en el mundo profesional de la ingeniería de grabación y producción, mastering, ¡en Los Angeles, escucha como suenen los discos!
Rafael Villalba -Con Benny nos entendimos muy bien. Es un Canadiense de origen italiano al que le gusta comer bien y hace sonar las baterías como nadie. A mí me enseño muchísimo a como tocar para obtener un gran sonido. Ha trabajado con todo el mundo. Por ejemplo Ray Charles, Barbara Streisand…
Steve Sykes hizo la toma de las guitarras y las mezclas. En aquella época fumaba en pipa y parecía un profesor. El comenzó tocando la guitarra en una banda en Filadelfia con Hall y Oates. Tuvo un accidente en la mano con una cortadora de carne trabajando en un bar y eso le llevo al sonido. Es verdaderamente un maestro.
Hicimos mucha amistad con los dos y de hecho volvimos a trabajar varias veces con ellos después.
12.¿Me pueden decir alguna anécdota de la grabación?
Alberto Tarín -Un día acabamos en una fiesta de un millonario japonés, en lo alto de las colinas de Beverly Hills, se veía todo Los Angeles, el ambiente era de lo más Hollywood. Acudimos a algunas fiestas cool, pero lo mejor, hicimos buenos amigos también.
Rafael Villalba -Hubo mil. Uno de los lujos de la grabación fue poder contar con el percusionista cubano Luis Conte (Phil Collins, Madonna…). Es un gran músico con mucha experiencia de estudio y yo quedé muy contento del resultado de su percusión junto a mis baterías. Recuerdo que grabamos palmas los dos a la vez, y pese a su gran experiencia, nunca había grabado palmas antes. Era gracioso para mí explicarle a tan gran músico como tenía que hacer.
Como te digo, solíamos pasar el día en el estudio, pero luego íbamos a locales a tocar y escuchar música. Hicimos amistad con bandas mexicanas como Maldita Vecindad o colombianas como Aterciopelados. Solían venir a oírnos tocar Alex y Fher de Maná que todavía no eran famosos. Fuimos a tocar, bailar “quebraditas” y beber tequila y sangrita al norte de México compartiendo escenario con una banda de Tijuana, los Jumping Mexican Frijoles. En Tijuana fue muy bien, pero en Mexicali después del concierto tuvimos problemas con unos radicales peligrosamente armados.
Más tarde, ya en el hotel y aprovechando que habían venido amigos de San Diego y L.A. a vernos y que nuestro amigo Rober “El gato” cantante de Los Vicentes, también había venido desde Valencia, además era su cumpleaños, optamos por terminar el día con una buena fiesta. El servicio de habitaciones demostró su profesionalidad consiguiéndonos 300 botellas cerveza y 6 de tequila. Aún faltaba la policía que como no, llegó un poco más tarde, pero todo acabó bien. “Gato” y yo terminamos amaneciendo en un bar bebiéndonos un Vampiro.
Una vez terminada la grabación, Tarín estuvo seis meses sin hablarme, pienso que el motivo fue algún comentario que le hice mientras se grababan las guitarras y que no le debió gustar. Las cosas a veces son más difíciles de lo que parecen y nosotros le ponemos mucha pasión. Tocamos juntos casi todos los días de los siguientes 6 meses, pero no nos hablábamos. Luego todo se arreglo y seguimos queriéndonos hoy en día como hermanos.
Podría seguir con más anécdotas pero…
13.¿Cómo fue la sesión de grabación de la canción “Wish You Were Here” para adaptarlo al sonido Seguridad Social, pero sin perder la esencia Pink Floyd?
Alberto Tarín -Ya por entonces ya estaba muy metido en el mundo del reggae, y la canción nos encantaba a José Manuel y a mí…
Rafael Villalba -A todos nos encantaba el tema. Solíamos tocarlo durante las pruebas de sonido anteriores a los conciertos. Decidimos que para grabarla debíamos darle nuestro toque con todo el respeto. Pensamos que ponerle un ritmo reggae resultaría original (recientemente otras bandas han grabado versionas de temas de Pink Floyd e incluso de álbumes enteros a ritmo reggae con bastante éxito). Casañ se atrevió a cantarla en inglés y si no me equivoco, es la única canción grabada por Seguridad Social en este idioma en todos estos años.
14.¿Sabe de quién fue idea del diseño de portada e interiores? Portada que ha servido como una de las imágenes que identifica a la banda.
Alberto Tarín -Creo que fue Paco Bascuñán.
Rafael Villalba -De el excelente diseñador valenciano Paco Bascuñán, fundador del colectivo La Nave y que desgraciadamente nos dejó en 2009. Nos hizo un trabajo increíble e impagable. Para cada uno de los sencillos hizo un desarrollo precioso que apenas nadie conoce, pues eran únicamente promocionales. Luego volvió a trabajar con nosotros diseñando la doble portada de “Compromiso de amor” (1994).
Que Valencia sea una tierra de grandes dibujantes y diseñadores nos ha permitido trabajar en diferentes discos con: Bascuñan, Calpurnio, Paco Roca, Mcdiego… que aparte de geniales, son amigos.
15.Tras la edición de “Furia Latina” (1993), fue uno de los discos que más llevó a la fama a Seguridad Social. ¿Cómo transcurrió la gira?
Alberto Tarín -Las giras por España como digo, fueron parte de una época que nuestra música conectó con fuerza con cierta parte de la juventud, también recuerdo con agrado nuestras incursiones en el extranjero.
Rafael Villalba -Además de no parar de tocar en España, fuimos a tocar a Argentina en muchas ocasiones, entre ellas, una noche en el Roxy de BBAA junto a Charlie Garcia, a Bolivia, Colombia (donde nos organizó la promoción muy profesionalmente Jaime Avendaño. Nos hicimos buenos amigos, y se vino a España a trabajar con nosotros), Puerto Rico, República Dominicana, donde rodamos el vídeo de “Quiero tener tu presencia”, que fue nuestro rodaje más divertido y para mi, nuestro mejor vídeo.
16.¿Me puede decir alguna anécdota de la gira ´93-´94?
Alberto Tarín -Intentar meter la furgoneta en un garaje que no cabía… unos sí cabe, otros no cabe… y dejarla encajadita.
17.En 1994 se editaron los álbumes en vivo: “Compromiso” y “De amor”. ¿Me puede decir alguna anécdota de la gira? ¿Era el mejor momento de Seguridad Social?
Alberto Tarín -Yo creo que sí fue el mejor momento, más que anécdotas, destacaría dos grandes conciertos: el de Sevilla en la Expo ´92 y en Valencia en Fallas en la Alameda de Valencia, donde se estima que había 250.000 personas. En este concierto tuve problemas para entrar, recuerdo que tuve que saltar una valla metálica bastante alta y con pinchos para poder acceder al recinto, por la aglomeración, pero sin duda es el concierto con más público que yo he hecho. También memorable el ofrecido en el Lago Titicaca, en Bolivia, a beneficio de los pueblos indígenas, con Jose Manuel Soto y Marina Rosell.
Rafael Villalba-Grabamos 5 conciertos en Valencia, Barcelona, Salamanca… para poder elegir las mejores interpretaciones. Fueron conciertos agotadores, pues tocábamos mucho más repertorio del normal para tener todo el material posible y poder seleccionar a posteriori. Llegábamos a tocar casi tres horas con la presión de intentar no cometer errores tocando además de una manera más precisa y contundente para obtener buen sonido rock. El repertorio de Seguridad Social no incluye precisamente baladas. Para un tipo de 50 kilos como era yo entonces fue francamente un esfuerzo. Aún me duelen los codos, de verdad.
Recuerdo una noche al llegar agotados a un hotel no sé donde, el ataque de risa tonta que nos dio al contemplar una antigua foto de la fundadora del hotel (Dios nos perdone) que nos sirvió para demostrarles a K.C y Benny, que la España profunda es tan intensa o más que la América profunda. Fue un lujo muy divertido viajar por toda España con K.C. y Benny.
Sí, pienso que la banda estaba en un estado de forma buenísimo.
Más tarde, en el ´95 grabamos el último tema con Alberto que fue la versión de Nino Bravo (cantante valenciano que todos nosotros oíamos de pequeños y que en aquel momento no estaba muy reivindicado, no como ahora) del “Un beso y una flor” que luego se incluyó en el CD “En la boca del volcán” (1997). Este sencillo llegó a número uno en Puerto Rico y fue increíble hacer la promoción en la isla. Teníamos que acudir a tantos sitios que nos dividimos. Era San Valentín, y los enamorados no paraban de dedicar nuestra canción pusieras la radio que pusieras. Estábamos en la tierra de Rivera, Cortijo, Lavoe, Colón….
Tuvimos la suerte de poder trabajar allí con el pionero del hip hop latino. Vico C. y con el GRAN percusionista Roberto Roena (Rafael Cortijo, Gran Combo, Fania y que en su orquesta Apollo tuvo de cantantes a por ejemplo Lavoe o Blades). Fue una época maravillosa para nosotros a nivel musical. Tocábamos en el escenario, en la habitación, en el hall del hotel… lo que no teníamos era tiempo de tocar suelo.
18.Estando en un buen estado de forma, decide abandonar la banda. Alberto, ¿por qué motivo cesó la actividad musical con Seguridad Social?
Alberto Tarín -Los objetivos musicales ya no eran los mismos.
19.En 1997 se edita “En la boca del volcán”. ¿Qué recuerdos tiene de la grabación del álbum, en abril de 1997, en Los Ángeles?
Rafael Villalba -Tarín ya no estaba con nosotros y sustituirle era imposible. Hacía falta alguien que pudiera tocar con solvencia y desparpajo reggae, rock, ritmos latinos y música española. Arístides Abreu fue de los pocos capaces de hacer todo esto. Es un guitarrista buenísimo pero acababa de incorporarse a la banda y aunque estuvo brillante todavía no teníamos un sonido compacto. Las tomas las hizo Benny Faccone una vez más.
Grabamos en Madhatter, estudio de la propiedad de Chick Corea. Nunca coincidimos con él pero sí con Herbie Hanckok, para mí mejor, que pasó una tarde por allí. También hicimos amistad con Poncho Sánchez que estaba grabando con su orquesta en el estudio contiguo.
En el disco invitamos al cantante del grupo King Chango que habíamos conocido en Puerto Rico, aunque son venezolanos y de los que nos fascinaban sus directos. Fue muy bonito volver a encontrar a todos nuestros amigos en la ciudad. Fue un trabajo muy duro, coordinar una grabación tan ambiciosa con vientos, coros, orquesta de 40 músicos… Tuve que utilizar todo el inglés que sabía y el que no.
El lujo para mí en esta ocasión fue contar con el GRAN percusionista peruano Alex Acuña. Acuña llego a USA con la orquesta de Pérez Prado, luego toco varios años con Elvis y después grabó varios discos con Weather Report, no se puede pedir más… Tiene un toque dulce y maravilloso. Las mezclas las hizo Sykes en A&M Studios.
20.Esta vez colabora prácticamente en todas las composiciones. ¿Cómo y de qué manera se fueron gestando?
Rafael Villalba -Al no estar Tarín, trabajamos todo el disco en casa de Casañ, él, Gabaldón y yo. Al no tener guitarrista nos vimos obligados a recurrir a arreglos de viento y cuerda que quizás no era lo más adecuado para un grupo como nosotros. Pero no teníamos otro remedio y nos apetecía el reto. Era ahora o nunca, pues sabíamos que en ese momento nos podríamos permitir el despliegue. Gabaldón hizo un trabajo titánico.
21.En 1999 sale a la luz “Camino Vertical” otro de los mejores álbumes de Seguridad Social. ¿Qué anécdotas me podría explicar, esta vez producido por Steve Sykes y S.S., en Málaga?
Rafael Villalba -Se trataba de hacer un disco más rock después del experimento anterior. Aprovechando que A. Abreu ya estaba bien integrado en la banda y podíamos volver a hacer un sonido de bajo, guitarra, batería y voz más a nuestro estilo de siempre.
El estudio está situado en un lugar precioso de la serranía de Ronda y tiene forma de cortijo. Nos permitía convivir y al mismo tiempo privacidad. Bjork había estado trabajando allí unos meses justo antes y todavía quedaban por la casa objetos que delataban su presencia. La casa-estudio cuenta con una buena colección de libros y discos. Recuerdo que me leí la autobiografía de Miles Davis y un resumen de todos los artículos que público Marcus Garvey durante su estancia en USA. No era de extrañar que lo deportaran; decía la verdad.
Fue una grabación tranquila durante la cual convivimos y aprendimos mucho con Steve Sykes. Estuvimos solos los 4 con él, y el técnico asistente Jorge Pérez y muy concentrados en el trabajo.
22.¿Qué destacaría del mítico cantante José Manuel Casañ?
Alberto Tarín -En directo es un crack.
Rafael Villalba -Por encima de otras cosas: su energía, su talento para crear letras personales, su pasión por el escenario y su constancia.
23.Alberto, ¿haber estado en contacto con los mejores músicos y haber recorrido carretera en tu trayectoria, fue esencial para grabar su primer disco en solitario, en 1998?
Alberto Tarín -La determinación de querer expresarme a través de la música fue lo que me motivó a hacerlo, así como mis trabajos posteriores.
24.En 2001 se edita “Guitar Music For Small Rooms”, un recopilatorio, en el que comparte protagonismo con Carlos Santana, Eric Clapton, Pat Metheny, Jeff Beck… ¿Cuál es su secreto y cómo se definiría?
Alberto Tarín -La convicción y el trabajo, así como la observación detenida de los grandes maestros, es lo que me ha hecho progresar, el estudio de un instrumento musical abarca infinitas facetas, e implica a todo tu ser.
Y ¿quién es su guitarrista de aprendizaje?
Alberto Tarín -Guitarrista de aprendizaje… miles de ellos: George Benson, Santana, todos los de blues BB King, Freddie King, Jeff Beck, Django Reinhardt, así como J S Bach, también de otros instrumentistas, básicamente lo que más me ha enseñado ha sido el mundo del jazz en lo armónico, y del reggae/africano en lo rítmico.
Usted, Rafael, es uno de los mejores baterías del panorama nacional. ¿Cuál es su secreto y cómo se definiría?
Rafael Villalba -Gracias por el piropo. Si hay algo que me define es precisamente ser una persona sin secretos. Te diré que me encanta la música y cuando toco, lo hago a mi manera, pues soy francamente torpe para aprender lo que no me sale.
25.¿Qué consejo le daría a un chico que es guitarrista y está en un grupo, quiere dedicarse profesionalmente a la música y usted es su músico de referencia?
Alberto Tarín -Que observe no solo las notas que tocan los maestros sino cómo, dónde, y por qué lo hacen. Es inútil aprenderse una pieza de memoria sin comprender por qué te la has querido aprender. El equilibrio es una cuestión de técnica, de discursos (utilización de los silencios), la sorpresa, la elección de las notas, la elección de la guitarra, la personalidad del compositor, la personalidad del intérprete… así hasta el infinito.
Y usted, Rafael, ¿qué consejo le daría a un chico es baterista y está en un grupo, quiere dedicarse profesionalmente a la música y usted es su músico de referencia?
Rafael Villalba -Que siga su propio camino y lo disfrute.
26.En “Jazzin Reggae” (2002) le acompañaron músicos amigos Rafa Villalba, Jesús Gabaldón, además de Perico Sambeat, Lucho Aguilar… todo un lujo ¿no? ¿Cómo se fue desarrollando el álbum?
Alberto Tarín -Con la sensación de estar explorando un camino musical interesante lleno de fuerza y frescura.
27.Ha tocado con uno de los mejores guitarristas de la historia: Carlos Santana, ¿cómo es el legendario músico?
Alberto Tarín -Santana es único, inimitable. Tiene un don divino para la melodía y la elección de las notas. En su estilo, es simplemente genial.
28.¿En qué ciudad y época le gustaría volver a nacer? Y ¿Por qué?
Alberto Tarín -Prefiero, la verdad, sentirme agradecido por lo que me ha proporcionado la vida. Aunque Rio De Janeiro de 1950 a 1975 hubiera sido increíble vivirlo, como la USA de los 1940-1970, todo ello musicalmente hablando.
Rafael Villalba -Demasiado tarde para cambiar nada, no es fácil ser Dios, y si las cosas salen como me gustaría: non, je ne regrette de rien.
Nací en Valencia, no se puede cambiar y sin patriotismos me siento orgulloso. Tenía razón mi padre cuando le telefoneé para hacerle saber que estaba tocando en N.Y. y me dijo: “Hijo nunca creí que llegarías tan lejos”. Se refería a la distancia.
No puedo cambiar donde empecé, pero sí puedo elegir donde terminar mis días, quisiera que fuera en África, que es el verdadero principio y fin de todo lo que me gusta.
29.Alberto, en 2012 apareció su último disco “Vital”. ¿Qué ofrece este nuevo trabajo?
Alberto Tarín -Composiciones propias, reggae sobre todo, pero también algo de r´n´b y otros estilos. Lo podéis escuchar aquí:
https://soundcloud.com/alberto-tar-n/sets/vital
30.En su estudio musical, en referencia a su labor de producción / ingeniero de sonido, ¿qué novedades puede adelantar?
Alberto Tarín -La verdad es que cada vez más me estoy centrando en mi carrera como músico, instrumentista y compositor.
31.Aunque el jazz y el reggae son registros que se han ido expandiendo, ¿cómo está siendo la repercusión del jazz y el reggae en la actualidad? ¿Los medios de comunicación ayudan a la difusión necesaria?
Alberto Tarín -Considero que es una música con muy poca difusión, sólo los amantes de la música jamaicana más tradicional creo que entienden hasta el final este tipo de música, afortunadamente mi colaboración con el grupo New York Ska Jazz Ensemble desde 2004 hasta la actualidad, también me permite expresarme como compositor, mi manera favorita de relacionarme con el mundo.
32.¿Qué le depara a Alberto Tarín y Rafael Villalba en este 2013 y 2014?
Alberto Tarín -En este momento estoy preparando la gira con New York Ska Jazz Ensemble por Europa este invierno. Tenemos 18 fechas confirmadas.
En 2014 voy a colaborar, aparte de con esta banda, con la que llevo desde el 2004 con unos grupos de Bélgica y de México, en actuaciones en directo y grabaciones. También trabajaré con mi trío de reggae jazz. Y sobre todo enfocaré el 2014 a la composición de nuevo material.
Rafael Villalba -A estas alturas del año me quedan por hacer algunos conciertos y pasar la Navidad con mi hija Andrea que es mi obra maestra.
Como imagino te refieres a lo profesional, te diré, que entre otras cosas personales, estamos promocionando el nuevo trabajo de Seguridad Social “Por siempre jamás” (2013). Lo compagino con conciertos con el excelente guitarrista Cañizares, al que he acompañado por todo el mundo los últimos 5 años y con el que he aprendido muchísimo. Le estoy muy agradecido, es sin duda, uno de los mejores guitarristas del planeta. Además trabajo en mi último proyecto, al que auguro un gran futuro: el grupo Saudade que formo junto a la maravillosa cantaora Maria Briones y el elegante guitarrista Antonio Vieira.
También colaboro con mis grandes amigos Baron Dandy y sus rumberos, y ocasionalmente con mis queridos Jah macetas.
Desde Kaosenlared, les quisiera mostrar mi admiración y agradecimiento a enriquecer la cultura de la música, y transmitirles mi fascinación hacia vuestro virtuoso talento. ¡Un abrazo enorme a los dos!
Alberto Tarín -¡Saludos cordiales!
Rafael Villalba -Salud
¡Fortuna y salud!
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