Honduras. Ante las próximas elecciones, el partido del narco-régimen de Juan Hernández usa la violencia para amedrentar al electorado

Desde el golpe de Estado de 2009, la violencia, el autoritarismo y la formación de un narco-régimen se han impuesto como "normalidad política". Incluso funcionarios de la tienda de gobierno protagonizan la violencia, emiten discursos de odio, y campañas de intimidación

La campaña electoral ante los comicios generales del próximo 28 de noviembre, inició con acciones violentas del gobernante, autócrata y ultraderecha Partido Nacional. Al respecto, se han notificado agresiones físicos, amenazas y advertencias de muerte contra candidatos y adherentes de partidos de oposición, y también contra periodistas.

Desde el golpe de Estado de 2009, la violencia, el autoritarismo y la formación de un narco-régimen se han impuesto como «normalidad política». Incluso funcionarios de la tienda de gobierno protagonizan la violencia, emiten discursos de odio, y campañas de intimidación.

El pasado domingo dos candidatos del Partido Libertad y Refundación, Libre, acusaron ataques directos. Ronmel Rivera, candidato a edil, denunció que lo agredieron a balazos desconocidos a bordo una motocicleta, tras haber alertado que personas armadas en las cercanías del Registro Nacional de las Personas en ese municipio, intimidaron a varios militantes de Libre.

Mientras, en San Pedro Sula, la candidata a diputada, Lesbia Cruz, fue agredida por una horda de nacionalistas, después de que tratara de denunciar mediante un video el sospechoso cambio de domicilio organizado por dirigentes del partido de gobierno, avisando que se estaba dando dinero y trayendo gente de otros lugares para votar.

Por su parte, el periodista de Radio Progreso, Erick Pineda, acusó que activistas le habían amenazado: “Quiero denunciar públicamente que he recibido amenazas por activista del Partido Nacional en Santa Rita, Yoro, por estar cubriendo los traslados ilegales que está haciendo este partido en el municipio”.

En este sentido, el sociólogo Pablo Carías expresó que esta reacción es casi natural en los nacionalistas, ya que temen perder el poder y sus líderes están manifestando desesperación.

Carías aseguró que la violencia política de la extrema derecha quiere producir temor entre la población, para perpetuarse en el Ejecutivo mediante una alta abstención de los electores: “Buscan a través del abstencionismo una ayuda a validarse como organización en las elecciones, ya que cuentan con un electorado duro y los mecanismos de protección a sus votantes, así que la idea es crear terror en la población para no votar contra ellos, el terror es siempre aliado de los conservadores”.

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