
La legalidad virtual
El capitalismo se alimenta de sus crisis, para eso las genera, pero ahora estamos ante una que le puede ser letal.
El capitalismo se alimenta de sus crisis, para eso las genera, pero ahora estamos ante una que le puede ser letal. Su peligrosidad radica en el desenfreno que ha adquirido la política imperialista del capital. Si bien esa política está supeditada a los intereses económicos, son los protagonistas políticos los que, encaramados en la batea, están cometiendo cualquier rubiera a cuenta del poder que se les otorgó. Y han convertido las leyes internacionales en papel higiénico. El carácter siniestro que ha tomado es hacer total virtualidad del derecho internacional. Tal calamidad obliga a las naciones insumisas a distraer recursos en blindarse lo mejor posible contra estrujones y forzamientos del gorila imperial.
USA, con el sometimiento mixtifori de la Unión Europea, que más que democracia cosmopolita luce lupanar sofisticado, ha conformado una banda delincuencial que determina que debe haber o no en el planeta. El poder de su bestialidad se ha llevado por delante cuanta ley internacional, convenios, acuerdos y tratados existan. Desconoce que la ONU es la máxima autoridad del derecho internacional. Arrastra por la nariz a aquellos organismos que le son sumisos, por ejemplo la OEA y la OTAN. Deshace a la OMC estableciendo con quien o no comerciar. Amenaza a la Corte Internacional de Justicia para que se abstenga de juzgarlos. Lanza a la papelera el acuerdo de control de armas atómicas. Se ríe del cambio climático pisoteando sus avenencias y levanta muros y alambradas en las fronteras para dejar fuera a las víctimas de sus desmanes.
Algunos analistas asumen que esta vía adoptada por las grandes corporaciones y sus equipos políticos es insostenible, sin embargo, no creo que se trata de desesperos, busca dos objetivos aciagos: el control energético total y el desmoronamiento de los estados-nación. Que estas desdichadas violaciones estén ocurriendo, con buena parte de las sociedades viendo para otro lado es, como decía el filósofo Jean Baudrillard, la gran victoria de la virtualidad, transforma la política, la cultura y la economía en sistemas inasibles… Él denunciaba como la lógica de la simulación no tiene nada que ver con la lógica de de los hechos ni con un orden de razones…