
Organizados en el odio
Los episodios de violencia neonazi ocurridos antes del verano en Sabadell y la UAB, llevan el sello de ultras que a pesar de haber participado en partidos políticos como el MSR y PxC, nunca han dejado de utilizar la violencia explícita como herramienta de amenaza
De izquierda a derecha, el 12 de octubre de 2015: Adiel Ibáñez, Paolo Alvisini, Dídac González, Marc «Goodfellas», Juan Antonio Invernón, Cristian Torcal, individuo desconocido, Nicolás Fresneda, Diego Rodríguez, Ivan Guffroy, ‘Villy’ , Jorge Juan Antón
Día de la Hispanidad del año 2011 en Sabadell. Más de 500 personas marchan por las calles del centro hasta llegar a la plaza del Trabajo. La convocatoria se mantiene aunque se tiene constancia de que el concierto neonazi anunciado -en primera instancia- a un lugar indeterminado de la ciudad finalmente se llevará a cabo en Barcelona. Sin embargo, la ubicación definitiva de la velada con tres grupos musicales de ideología nacionalsocialista se extiende rápidamente por las redes sociales y se llama a una concentración de urgencia.
La cita fue en la sala The Other Place del barrio de Poblenou, lugar donde se desplazó un grupo de 150 antifascistas, algunas de las cuales terminaron efectuando destrozos en los cristales de la puerta de acceso. Dentro del local, se reunía unas setenta individuos de diferentes organizaciones y grupúsculos de ultraderecha. Entre ellos, había nombres conocidos como Pedro Chaparro, de Democracia Nacional Joven, o Sergio Serralvo, cabeza de lista de Plataforma per Catalunya (PxC) en Cornellà de Llobregat.
También había el sabadellense Alejandro Fernández Ruiz, que había figurado en dos ocasiones en candidaturas electorales del partido fascista Movimiento Social Republicano (MSR), donde ostentaba responsabilidades organizativas antes de decidirse -como otros de sus compañeros- articular las juventudes de PxC ya impulsar el Casal Tramuntana, que abriría su primera sede en la calle Independencia de Barcelona tres meses después de aquella noche de octubre.
Fernández fue el primer reaccionar abriendo la puerta del The Other Place ante la llegada de la manifestación de signo contrario, poco antes de que la Brigada Móvil de los Mossos irrumpiera en medio de la calle Pujades para disolver las antifascistas. Dos de ellas fueron detenidas y, posteriormente, inmersas en un proceso judicial impulsado por el mismo Alejandro Fernández, que resultó herido en la cabeza por el impacto de una botella de vidrio.
Alejandro no fue el único vallesano con antecedentes de episodios violentos presente en The Other Place el 12 de octubre de 2011. Como mínimo, también estaban Ángel Paniagua Martínez, conocido por múltiples casos de agresiones en Sabadell e integrante de hooligans Vallès -assidus en el estadio de la Nueva Cruz Alta-, acompañado por Genís Vila Pujol, de Castellar, también miembro de los ultras del Centro de Deportes Sabadell. Villa había sido internado en 2006 en un centro de menores después de participar en el apuñalamiento de un joven antifascista en el centro de Sabadell. Durante los dos años posteriores a su cautiverio, se le intervino un arma prohibida y sumó dos detenciones más, una por protagonizar una pelea con un puño americano en Sabadell y otra por agredir a un joven ecuatoriano, además de participar en otros incidentes en Sant Boi de Llobregat y Sant Cugat del Vallès.
Historia de una venganza
Eran tiempos de cambio dentro de la ultraderecha de Cataluña. Después de muchos años de ausencia de una marca con repercusión social, PxC había conseguido 67 concejales en las elecciones municipales de marzo de 2011 y había estado a punto de entrar en el Parlamento en noviembre del año anterior. Se había abierto una vía institucional con opciones de éxito, en la que muchos neonazis provenientes de otros espacios ultras tomaron parte, pero el fascismo nunca había dejado de actuar en la calle y, en ese momento, clamaba venganza.
Casi seis meses después del episodio en la sala The Other Place de Barcelona, un numeroso pelotón de neonazis agredió brutalmente dos grupos de jóvenes a las puertas de la sala Stroika -ubicada en las afueras de Manresa, donde estaba previsto el concierto de dos conocidas formaciones antifascistas. Era la noche del 23 de marzo de 2012 y la guerrilla había preparado la acción con detenimiento. Después de agruparse en la salida de Terrassa para repartir barras de hierro, puños americanos, bengalas y otros objetos contundentes, además de pasamontañas para ocultar su rostro, llegaron al escenario del ataque al grito de paseo Heil -forma de exaltación hitleriana- y eligieron a sus víctimas. La peor parte se la llevó un chico de dieciséis años, que quedó en estado crítico y entró en coma después de la paliza.
Un total de dieciséis personas fueron detenidas por los Mossos durante los meses posteriores a los hechos, diez de las cuales ingresaron en prisión preventiva hasta que se celebró el juicio, en el mes de junio del año 2014. En el escrito de conclusiones de la vista celebrada en la Audiencia de Barcelona, el fiscal de delitos de odio afirmaba que la acción era una venganza por la agresión a Alejandro Fernández en la sala The Other Place el 12 de octubre de 2011.
Casi seis meses después del episodio en la sala The Other Place de Barcelona, un numeroso pelotón de neonazis agredió brutalmente dos grupos de jóvenes a las puertas de la sala Stroika de Manresa
Finalmente, el tribunal dictó sentencia el 18 de julio de 2014. Diez de los neonazis fueron condenados a penas de entre dieciséis y diecinueve años de prisión por dos delitos de intento de asesinato con el agravante de obrar por motivos ideológicos y -según cada caso- por delitos de lesiones con instrumento peligroso, daños por incendio, lesiones y tenencia de armas prohibidas.
Uno de los condenados había figurado como número 6 de las listas de PxC en las elecciones municipales de 2011 en Palafolls. La mayoría eran originarios de diferentes municipios de Cataluña, cuatro de ellos de Sabadell. Entre los organizadores del ataque, había Genís Villa, el vallesano presente en los incidentes vividos durante el concierto fascista en el barrio del Poblenou.
Los seis procesados restantes fueron absueltos de todos los cargos. La sala también desestimó el delito de asociación ilícita pedido por la fiscalía y las acusaciones, que entendían que se trataba de una banda criminal de ideología nacionalsocialista el objetivo era difundir este pensamiento mediante el uso de la violencia. Quién sabe si fue una coincidencia, pero, durante los días que se celebraba el juicio, se hizo pública la noticia del cierre de la primera sede del fascista Casal Tramuntana, ubicado en el barrio del Clot de Barcelona; un local donde se encontraban y se organizaban algunos de los implicados en los episodios de The Other Place y la sala Stroika.
El escolta de Fernández
Tres meses después de que se hiciera pública la sentencia por los hechos de la Stroika, el episodio de The Other Place -desencadenant de aquel trágico suceso- llegó a juicio a consecuencia de la denuncia presentada por Alejandro Fernández. El 9 de octubre de 2014, dos jóvenes antifascistas se sentaron en el banquillo de los acusados imputados como presuntos autores de las heridas en el sabadellense, que entonces ya formaba parte de PxC. Sólo seis días antes, Fernández había sido fotografiado durante la inauguración de la nueva sede del Casal Tramuntana en la calle Alcalá de Guadaira del barrio de la Verneda de Barcelona, junto con otros miembros destacados de PxC.
El centenar de activistas que se concentraron en el exterior de la Audiencia de Barcelona para apoyar a los encausados, pero no esperaban que los acólitos de Fernández hicieran lo mismo. Una veintena de neonazis se situaron a las puertas del Palacio de Justicia -ante la pasividad de los Mossos d’Esquadra- y comenzaron a hacer saludos fascistas y a proferir insultos y amenazas contra las concentradas.
Concentración ultra en las escaleras del Palacio de Justicia durante el juicio por los hechos del ‘The Other Place’ / DIRECTA
Entre los ultras, estaba el entonces concejal de PxC en L’Hospitalet de Llobregat, Alberto Sánchez, y uno de los caudillos del MSR, Jorge de la Fuente. Ese día, ninguno de los dos tomó mucho protagonismo y ambos optaron por salvaguardar su -ya desprestigiada- imagen pública. Sus acompañantes, sin embargo, no apostar por la misma vía. Pocos minutos antes de que se acordara la suspensión del juicio por incomparecencia del abogado de una de las defensas, el grupo de neonazis se abalanzó sobre las antifascistas, las agredió y provocó correderas, «sin provocación previa y simplemente por hecho de pertenecer a un colectivo antagónico «, según los mismos Mossos.
Una veintena de neonazis se situaron a las puertas del Palacio de Justicia -ante la pasividad de los Mossos-, hicieron saludos fascistas y profirieron insultos y amenazas
Al frente del grupo, estaban los sabadellenses Jesús Álvarez, Diego González Llobet y Juan Nisa Jiménez, buenos amigos de Fernández y asiduos del Casal Tramuntana. González y Nisa están imputados en el procedimiento judicial que se abrió -a raíz de estos hechos- contra siete neonazis y un antifascista por el delito de riña tumultuaria con agravante de odio.
Nisa tiene cinco antecedentes penales por lesiones, atraco, daños y atentado a la autoridad; es miembro activo de Hooligans Vallès y ha sido encausado al menos dos veces con Alejandro Fernández. El último de estos dos procedimientos se abrió en 2014 y está en fase de instrucción en un juzgado de Sabadell. Nisa y Fernández fueron denunciados -junto con cuatro personas más- por los delitos de amenazas, coacciones, injurias y asociación ilícita.
Entre los otros cinco neonazis que acompañan Diego González y Nisa en la causa abierta por el ataque de la Audiencia de Barcelona, también figuran los vallesanos Ramón Corpas Torres, cabeza de lista del MSR en Ripollet a las elecciones municipales de 2011 y Raúl Nuevo Alonso, contra el que la Policía Municipal de Sabadell abrió diligencias informativas -tanto sólo diez días después- para colgar banderas con esvásticas en el balcón de su domicilio de la plaza de la Concordia de la ciudad vallesana.
Por último, según consta en el sumario judicial, un barcelonés de 33 años «iba al frente del grupo fascista y fue de los primeros que agredieron a los integrantes del grupo antifascista». Su nombre es Jorge Juan Antón González y tiene tres antecedentes con la Policía Nacional española por lesiones, amenazas e injurias y dos con los Mossos por amenazas y daños. Jorge Juan Antón, que ese día lucía una camiseta del partido fascista griego Amanecer Dorado, es un viejo conocido en los círculos neonazis de Sabadell y ha sido un habitual de la clausurada Librería Europa, donde antiguamente participaba en la edición de una publicación del grupo Frente Nacional Socialista (FNS). También ha figurado en listas electorales, en este caso, como número 13 de la lista de PxC en Sant Feliu del Llobregat para las elecciones municipales de 2015.
Renacer de las cenizas
Durante este periodo de más de tres años, las expectativas de éxito social y electoral de la ultraderecha en Cataluña pasaron de ser esperanzadoras a volver a su nefasto punto de origen. El primer aviso llegó a las elecciones al Parlamento del año 2012, en el que quince mil electores abandonaron PxC, pero el golpe casi definitivo llegó con los comicios municipales del 24 de mayo de 2015. Ese día, PxC perdió un 90% de su representación y pasaron de 67 a 8 actas de concejal todo el territorio, lo que supuso la expulsión de su presidente e ideólogo, Josep Anglada, y un golpe económico muy duro para sus arcas endeudadas. Un día antes de esta derrota electoral, la segunda sede del Casal Tramuntana -en el barrio de la Verneda anunció su cierre mediante un comunicado. Sólo habían pasado ocho meses desde la inauguración de su nueva sede.
Durante aquellos años, habían cambiado de estrategia y descendieron el número de agresiones, al tiempo que intensificaban la presencia de sus discursos racistas en las calles de pueblos y ciudades, medios de comunicación e instituciones públicas. La articulación de un discurso antifascista capaz de desmontar su supuesta imagen renovadora todo el territorio fue clave para frenar PxC y para borrar del mapa el Casal Tramuntana.
Sin embargo, sólo habían cambiado de máscara, nunca abandonaron la violencia con raíces discriminatorias. La celebración del Día de la Hispanidad en la plaza Catalunya de Barcelona el 12 de octubre de 2015, fue el escenario elegido para hacer su primera aparición pública bajo esta marca. Desde entonces, una veintena de neonazis se han reunido tras esta nomenclatura y han constituido un grupo organizado que, en el último año, ha articulado diversas acciones violentas y intimidatorias en el Vallès Occidental.
Los principales miembros de este grupo están detrás de las acciones contra el centro social La Obrera de Sabadell y la aparición en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) de la pasada primavera. El primer episodio se produjo el 6 de abril de este año, cuando más de una veintena de neonazis se reunieron en un bar ubicado en la acera de enfrente del local okupado en la avenida de Barberà de Sabadell. Unos días antes, ya habían aparecido esvásticas y pintadas racistas, homófobas y contra el Islam a sus puertas y, en el mes de octubre del año anterior, dos neonazis no identificados habían entrado en el centro social amenazando las okupantes con una navaja .
Los principales miembros de Último Bastión están detrás de las acciones contra el centro social La Obrera de Sabadell y de las amenazas en el campus de la UAB
Ese día, Diego González estaba al frente de los ultras, junto con Juan Nisa, Cristian Torcal y Jesús Álvarez, tres de los neonazis que habían acompañado Alejandro Fernández al juicio en la Audiencia de Barcelona. Actualmente, la fiscalía pide cinco años de cárcel a Álvarez por provocación al odio y la violencia a través del bloque Despierta Europa! y por tenencia de armas prohibidas, después de que la Policía Nacional española confiscara tres pistolas antidisturbios, una de fogueo, seis armas de aire comprimido, dos cajas de balas de diferentes calibres y 170 armas blancas en su casa en julio de 2013. Ante de la Obrera, también se pudo ver el italiano Paolo Alvisini y uno de los fundadores de los a priori autodisuelto Hooligans Vallés, Oscar Joven Llobet, alias el Largo, ambos miembros de Último Bastión. El Largo figuró, hasta el año 2006, en tres listas electorales del MSR y es primo hermano de Diego González Llobet.
Juan Antonio Invernón Robles e Iván Chicano Ballestar fueron más discretos esa tarde y se mantuvieron en un segundo plano. El primero reside en Ripollet y el segundo en Sabadell, pero ambos comparten el liderazgo en Último Bastión y el hecho de haber llegado a la treintena de edad entre rejas.
Invernón, natural de Hospitalet de Llobregat, tiene todo el cuerpo tatuado con simbología nazi, incluido el lema White Pride bajo el ojo derecho, que se hizo después de salir de la cárcel hace tres años. Su historial delictivo tiene condenas menores por robo con violencia e intimidación y amenazas, pero Juanan no entró en prisión hasta que, en 2006, con tan sólo veinte años, participó en una agresión brutal contra un joven en Zaragoza. Invernón fue condenado a siete años y medio de reclusión por asesinato en grado de tentativa, ya que el tribunal consideró probado que él y cuatro neonazis más golpearon a la víctima en la cabeza con una piedra y un trozo de una tapa de alcantarilla. Tras su paso por la cárcel, Invernón volvió a ser condenado por un juzgado de Sabadell por un delito de lesiones, pero se le conmutó la pena por cuatro meses de trabajos en la comunidad.
Después de siete años de privación de libertad, Chicano ha terminado de cumplir condena este año, aunque ya hacía muchos meses que disfrutaba de permisos penitenciarios
La trayectoria de Iván Chicano tampoco es despreciable. Chicano ha integrado las listas electorales del MSR en dos ocasiones: en las elecciones al Parlamento de Cataluña del año 2003 y en las generales de 2004. Pasó por al menos trece procesos judiciales en seis años, comenzando por la agresión a un subsahariano en la plaza de España de Sabadell en 2002, por la que fue condenado por la justicia juvenil ya que era menor de edad. No fue hasta enero de 2008 cuando, en compañía de Genís Vila Pujol -condenado por el caso Stroika-, cometió una nueva agresión contra un joven antifascista que hizo decir «basta» a los movimientos sociales de la ciudad. Chicano fue el número tres en la lista por Castellón del partido del asesino de Guillem Agulló, Alianza Nacional, en las elecciones al Congreso del mismo 2008, el año que ingresó en prisión tras golpear un mozo de escuadra de paisano en un bar de Sabadell. Después de siete años de privación de libertad, Chicano ha terminado de cumplir condena este año, aunque ya hacía muchos meses que disfrutaba de permisos penitenciarios, uno de los cuales terminó con una identificación policial en la grada del estadio de la Nova Creu alta.
La salida de prisión y su renombre dentro del espacio neonazi metropolitano son algunos de los factores que explican la creación y la activación de Último Bastión, en un mundo en que tener un nuevo procedimiento judicial o el paso por la cárcel te otorgan aún más galones. Ya antes de ser encarcelado, Chicano había recibido muestras de apoyo y adulación. La más sonada fue el 17 de noviembre de 2007, cuando se celebró una concentración neonazi en Sabadell para protestar contra una de sus detenciones. Tras pancartas con lemas como Justicia para Iván Chicano, ese día, los Mossos identificaron sus actuales compañeros al frente de Último Bastión: Diego González Llobet y Jorge Juan Antón González.
amenaza latente
Dos semanas después de la primera visita ultra a las puertas de La Obrera, una quincena de neonazis aparecieron en el campus de la UAB. Durante este intervalo de tiempo, habían aparecido más pintadas nazis y se habían roto los cristales del centro social en una ocasión. El viernes 22 de abril, el grupo de ultras se situó en la explanada de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología y pegar adhesivos contra La Obrera junto a una parada informativa que había montado la juventud de Sociedad Civil catalana (SCC) para denunciar el robo -días antes- de una bandera española de su stand. Rápidamente, se extendió la alarma y se conformó una concentración antifascista, pero el grupo encabezado por Chicano y Dídac González se mantuvo entre la protesta y la parada de SCC, mientras hablaban con agentes de paisano de la unidad de mediación de los Mossos .
Miembros del grupo de camaradería ultra se hacen una foto ante uno de sus bares habituales
Antes de que el grupo neonazi abandonara la zona, se produjeron momentos de tensión cuando varias antifascistas se encararon a los ultras. La seguridad privada y los agentes de paisano evitar que la sangre llegara al río y, especialmente, frenaron Ángel Paniagua, uno de los acompañantes de Alejandro Fernández y Genís Villa al concierto neonazi de la sala The Other Place, que ya blandía un cinturón por agredir al grupo contrario.
El episodio en la universidad sucedió tan sólo dos días antes de la gran manifestación antifascista convocada en Sabadell por más de sesenta colectivos para protestar contra los ataques a La Obrera. A pesar de la contundente respuesta popular, con una marcha que reunió a miles de personas, la amenaza neonazi se volvió a materializar cuatro días después.
El grupo encabezado por Chicano y Dídac González se mantuvo entre la protesta y la parada de SCC, mientras hablaban con agentes de paisano de la unidad de mediación de los Mossos
Era jueves 28 de abril y, la noche antes, el local del colectivo feminista Justa Revuelta había sufrido un ataque mientras permanecía cerrado. A las ocho de la tarde, la entidad españolista Somatemps había anunciado la presentación de un cómic sobre la historia de Cataluña en un local llamado Centro de Estudios Sabadell. En el pasado, este inmueble se había usado como lugar de reunión de las agrupaciones del MSR y -puntualment- de PxC. Paralelamente, se había convocado una concentración antifascista en la plaza Vallés para protestar contra el acto, pero, justo cuando las activistas comprobaban sorpresas que no había nadie en el acto de Somatemps, recibieron el aviso de que setenta de neonazis se encontraban en la terraza de un bar al lado de la Obrera.
Varias furgonetas de antidisturbios de las ARRO de los Mossos se desplazaron hasta el lugar para controlar el numeroso grupo de fascistas, pero en ningún momento los identificaron. Ese día, además del grueso de integrantes de Último Bastión -residentes el Vallès y en el área metropolitana de Barcelona-, también habían venido neonazis de otros lugares de Cataluña. Este ha sido, hasta ahora, el último episodio intimidatorio conocido que han protagonizado como grupo.
La historia del último lustro de la ultraderecha en Cataluña tiene dos episodios recientes que explican el desarrollo (en paralelo, pero entrecruzado por los episodios en común) de dos corrientes: una más posibilista y centrado en el logro de cuotas de poder institucional y otro vertido en la calle y la violencia neonazi.
Entre los setenta ultraderechistas presentes en el acto del 24 de septiembre pasado en defensa de la Librería Europa, había al menos cinco miembros de Último Bastión, con Diego González Llobet al frente
La primera escena se produjo durante la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova del Once de Septiembre pasado. La delegación de PxC depositó sus flores en medio de una pitada masiva, encabezada por el sabadellense Alejandro Fernández y el ex dirigente del MSR Jordi de la Fuente. Antes de abandonar el MSR, De la Fuente se enfrentó con sus líderes históricos hasta que estos abandonaron el partido, que permanecía casi inactivo desde hacía dos años.
La segunda escena se vivió durante la tercera convocatoria de apoyo -en pocos meses- la precintada Librería Europa de Barcelona. Entre los setenta ultraderechistas presentes en el acto del 24 de septiembre en la villa de Gracia, había al menos cinco miembros de Último Bastión, con Diego González Llobet a la cabeza, sostenían una pancarta escrita en alemán donde ponía Capitular? Nunca !.
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Los caudillos de Último Bastión
Didac González Llobet
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Ha sido candidato para el MSR a las elecciones al Parlamento de Cataluña del año 2003, en las municipales de Sabadell de abril del mismo año y en las generales de 2004. También se ha presentado con PxC en las municipales de 2015 en Terrassa. En 2003, ingresó en prisión preventiva por una agresión brutal a una menor de edad en Zaragoza. Imputado por el episodio de la Audiencia de Barcelona, también lo encontramos en La Obrera de Sabadell, en la UAB y en la concentración de apoyo a la Librería Europa. Toca el bajo a los grupos de ideología nacionalsocialista Jolly Rogers, impertinencia y Arjuna. Es de Sabadell y miembro de Último Bastión.
Iván Chicano Ballestar
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Ha sido candidato para el MSR a las elecciones al Parlamento de 2003 y en las generales de 2004 y por Alianza Nacional en las generales de 2008. Pasó por al menos trece procesos judiciales por agresiones, atentado a la autoridad, injurias, calumnias, amenazas, daños, robo con violencia, intimidación y obstrucción a la justicia hasta el año 2008, cuando ingresó en prisión por agredir a un mosso de paisano. Ha sido aproximadamente siete años entre rejas y, posteriormente, ha protagonizado los episodios de La Obrera y la UAB. Es de Sabadell y miembro de Último Bastión.
Jorge Juan Antón González
Ha sido candidato por PxC en las elecciones municipales del año 2015 en Sant Feliu de Llobregat. Acumula tres antecedentes por lesiones, amenazas e injurias con la Policía Nacional española y dos antecedentes policiales por amenazas y daños con los Mossos. Imputado por el episodio de la Audiencia de Barcelona, también lo encontramos en La Obrera, en la UAB y en la concentración de apoyo a la Librería Europa. Es de Barcelona y miembro de Último Bastión.
Juan Antonio Invernón Robles
Originario de Hospitalet de Llobregat y residente en Ripollet, ha pasado siete años en prisión tras ser condenado por tentativa de asesinato cuando tan sólo tenía veinte años. Antes, ya acumulaba antecedentes por robo con violencia y amenazas. Desde que recuperó la libertad en 2013, suma menos otra condena por lesiones. También fue en La Obrera de Sabadell y es miembro de Último Bastión.
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