“Comunistas contra Franco”. Cien años de luchas

Este año se conmemora el centenario del nacimiento del Partido Comunista de España (PCE). Una organización política con una importante historia, donde los verdaderos protagonistas han sido y son sus militantes. Una militancia comprometida que luchó por las libertades, la justicia social y la democracia de este país.

A lo largo de sus páginas y dividido en seis capítulos, los autores de este libro, contextualizando los principales avatares, el desarrollo y las consecuencias vividas por el PCE desde su origen en 1921 hasta la actualidad, han querido plasmar los argumentos, justificaciones, fundamentos y testimonios de su militancia. En un proceso histórico que les ha tocado y toca vivir, implicados en toda clase de luchas, reivindicaciones y protestas, en las que muchas veces fueron los verdaderos protagonistas.

En este trabajo colectivo se narra el compromiso de la militancia comunista, las razones que los llevaron a entregar su tiempo y en muchos casos la vida por su “Partido”, a pesar de las represalias vividas y formando parte de un proyecto y un programa colectivo con sus compañeros.

Un partido minoritario nacido en el seno de la Internacional Comunista, que obtuvo una gran movilización durante la Guerra Civil española en el seno del Frente Popular y siendo la principal organización política en la lucha antifranquista. La actividad de la militancia no cesó durante toda la dictadura, ni con la Transición ni siquiera con el afianzamiento del régimen constitucional, en la lucha por los derechos sociales y por unos ámbitos mayores de libertad y democráticos, llegando hasta nuestros días.

El resultado de ello es un relato y una crónica de la militancia, de la identidad y de la cultura política en la que se desenvolvieron. Dentro de la idiosincrasia de un partido muy disciplinado y con unos mitos y referentes muy presentes en la cultura política y militante de los comunistas. Ejemplos de ellos fueron: la Revolución Rusa, las Brigadas Internacionales, el lema ¡No Pasarán!, unos líderes carismáticos que ejercían de gran influencia entre la militancia como fueron José Díaz, Pasionaria y Stalin, etc. Todo esto ayudó a adaptar y moldear la memoria social de aquellos militantes como uno de los factores y ejes vertebradores de la resistencia antifascista y de la lucha antifranquista en España.

El PCE fue un partido historicista y su militancia comprendió que formaban parte importante de los procesos históricos que estaban ocurriendo, teniendo un sitio importante en la historia más reciente de este país. Un fundamento importante de este libro es la memoria de la militancia, diversa y heterogénea, utilizada como una herramienta de estudio y análisis de los hechos vividos. Una identidad, la de la militancia comunista, que los llevó a un cambio de vida y de mentalidad desde el momento que decidieron afiliarse. Unos luchadores abnegados, comprometidos, dogmáticos y revolucionarios que tuvieron el protagonismo de formar parte de la principal organización política antifranquista. A pesar de saber que podrían ser detenidos, torturados, encarcelados e incluso fusilados o asesinados, no dejaron de organizarse y combatir a la dictadura desde la clandestinidad, teniendo un papel importante las mujeres en las diversas reestructuraciones por las que atravesó el PCE e incluso en la lucha armada guerrillera.

La necesidad de poder conquistar en la sociedad española unos ámbitos de mayor libertad, un cambio en los derechos sociales y unas mejoras en las condiciones laborales y de vida de la clase obrera determinó un aumentó de la militancia comunista con el cambio generacional vivido en el país. El capítulo titulado “La conquista de la democracia y de los derechos sociales” está dedicado

al crecimiento de la lucha obrera, el nacimiento de las Comisiones Obreras, el cambio de política en el PCE con la Reconciliación Nacional dentro de los movimientos opositores y sociales que surgieron en España. A ello hay que añadir la importancia de las protestas y corrientes opositoras en el mundo universitario con gran cantidad de comunistas en ellas y la presencia del PCE en el mundo de la intelectualidad. La oposición en la universidad se debió a varios aspectos: por cuestiones ideológicas, por la desobediencia generacional y por el rechazo a la situación de no libertad del régimen, que tuvo una gran importancia en el ámbito de la cultura antifranquista.

En el campo de la militancia comunista aparecieron abogados laboralistas que defendieron a compañeros y compañeras por cuestiones sindicales y ante los jueces del Tribunal del Orden Público. También tuvo lugar un gran auge el movimiento social feminista y la aparición de otros grupos opositores antifranquistas, aunque el protagonismo de la lucha contra Franco lo siguió liderando el PCE hasta la Transición.

Un nuevo período se inició en el seno del PCE con su legalización el 9 de abril de 1977. De la euforia inaugural se dio pasó a momentos de cautelas, reservas y divisiones entre la militancia por la nueva situación vivida ante las primeras elecciones democráticas. Había que adaptarse a las nuevas realidades sociopolíticas del país. Este tema se aborda en el capítulo titulado “Reconstrucción y reinvención del PCE” tomando como punto de partida el desastre electoral de octubre de 1982. El efecto de derrota e injusticia histórica que se extendió entre los militantes comunistas hicieron que muchos de ellos abandonaran la organización, más aún con la salida de Santiago Carrillo de la secretaría general del PCE y su sustitución por Gerardo Iglesias.

No obstante, esta situación, bien explicada en las páginas de este capítulo, no significó el final del PCE, sino que sus afiliados y simpatizantes tomaron puestos importantes en los movimientos de protestas y en las principales movilizaciones del momento, como la oposición contra la entrada de España en la OTAN, la reconversión industrial y las huelgas convocadas por conseguir los derechos necesarios entre los trabajadores y la recuperación de la unidad comunista, que desembocaron en la formación de Izquierda Unida, liderada por Julio Anguita a finales de la década de los años ochenta del siglo pasado, desarrollándose un movimiento social, de asociaciones de vecinos, del mundo sindical y de organizaciones de solidaridad internacional con una fuerte presencia de los comunistas.

La caída del bloque comunista en los países del Este de Europa en 1989 supuso un momento de crisis dentro del socialismo internacional y la consiguiente caída de la Unión Soviética que influyó en la mayoría de los partidos comunistas. Aún así el PCE no dejó de ser importante en los movimientos pacifistas, feministas, en los colectivos LGTBI y en las fundaciones y asociaciones que reclamaban una memoria histórica y democrática en este país. Actualmente y con las necesidades de actualizar, teorizar y refundir la izquierda en el seno del PCE, se dictó la necesidad de movilizar y llegar a la militancia como base social. Incluso, los militantes veteranos que lucharon en diversos momentos contra el franquismo estuvieron presentes en la nueva realidad política y a disposición de lo que sus dirigentes indicaran.

A lo largo de las páginas de este texto titulado “Comunistas contra Franco”, cuyo contenido va más allá del título de este, se pueden ver las historias de vida y de memorias de sus protagonistas. Unos militantes combatientes convencidos de sus ideales y en muchos casos, que los acompañaron hasta el final de sus días. Fueron vidas sacrificadas con exilios, represiones en muchos ámbitos, años de cárcel, familias desestructuradas, muerte de muchos seres queridos, sentimiento de abandono por parte del partido por el que lucharon, etc. No obstante, el hecho de sentirse comunistas y de pertenecer a una organización política como fue el PCE, les dio un sentido vital por la experiencia vivida. Salieron del anonimato y del aislamiento, en algunos casos, a lo largo de este escrito, para contarnos sus vivencias, su combate, su conciencia política y principales avatares. Facilitaron sus testimonios, como algo necesario para conocer sus trayectorias vitales, tanto en los buenos como en los malos momentos, con sus luces y sombras, pero sobre todo para conocer la lucha por unos ideales de libertad y democracia en la que hoy en día somos deudores de su sacrificio y esfuerzo contra unas imposiciones dictatoriales.